jueves, 22 de septiembre de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y DOS

 




Cada día me trae oportunidades de aprender y una de las que mejor me viene para practicar el autocontrol es encontrarme con personas que tienen un carácter difícil, me veo reflejada en ellas porque yo también me pongo nerviosa con facilidad y eso es problemático, algo que tengo que trabajar porque los nervios me pueden amargar la vida si no los controlo.

Ahora tengo entre manos el tema de las infiltraciones en la rodilla que como me las van a hacer en Vitoria, añade un plus de exigencia, todo lo que se hace lejos añade dificultad.

En mi caso el problema es que tengo una persona que me va a dar su sangre y eso no le cuesta pero pensar que tiene que ir a Vitoria para que se la saquen no le apetece, así que como la que está en medio de todo soy yo, estoy pasando unos días difíciles para que todo vaya encajando sin que los nervios, tanto míos como ajenos, se pongan a bailar la trikitixa.

Gracias a las técnicas que me enseñó Prem Rawat me tranquilizo y pierdo el miedo a pasar un mal rato.





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