Me comenta una amiga que pronto cumplirá sesenta años y le produce cierto desasosiego.
Añade:
Supongo que como cuando tu cumpliste setenta.
No, no noté nada diferente.
Sin embargo recuerdo que cuando Mattin cumplió treinta sintió algo especial, no demasiado agradable.
Esta conversación me obliga a plantearme mis sensaciones cuando cumplo años.
Nada.
No siento nada.
Los números no me afectan.
Lo único que quiero y deseo es encontrarme bien de salud. Con eso me conformo.
No siento nada.
Los números no me afectan.
Lo único que quiero y deseo es encontrarme bien de salud. Con eso me conformo.
Dentro de poco cumpliré setenta y tres años y me da exactamente igual.
Me sorprenden las personas que tienen noventa años o más y no solo se encuentran bien sino que hacen viajes largos, se embarcan en una relación amorosa e incluso siguen trabajando.
Me sorprenden las personas que tienen noventa años o más y no solo se encuentran bien sino que hacen viajes largos, se embarcan en una relación amorosa e incluso siguen trabajando.
No me lo explico.
Pertenezco a una familia longeva pero me temo que yo estoy castigada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario