Menos mal que hoy no tenía expectativas porque nada de lo que ha sucedido era lo esperado.
Para empezar, ayer me confundí, me extrajeron sangre, la han analizado y hoy, cuando he dicho que tenía consulta, me han pedido la tarjeta y hemos visto que todo está programado para el mes de noviembre.
Los números no son mi fuerte.
Me he quedado tan tranquila, no tengo prisa, vivo al día.
He estado entretenida conversando con los de mi entorno.
Me ha visitado Cristina Gorostiza de quién aprendo a aceptar lo que nos toca y además a estar contenta ya que gracias al tratamiento podemos disfrutar de la vida.
Por mi parte voy integrando la paciencia en mi rutina cotidiana, siendo más consciente de la importancia que tiene cuidar mi alimentación y el descanso.
Sigo sin quejarme.
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