domingo, 2 de febrero de 2025

SEIS MIL CIENTO TREINTA

 





Hace tiempo que no pinto ni vendo un cuadro, pero he recibido una invitación para exponer en Nueva York y me han dado ganas de reorganizar mi estudio así como mi trabajo. 

Tendré que hacer un esfuerzo importante porque todavía no he resuelto el problema que tuve con cinco óleos grandes que tenía en el trastero y con la humedad se destrozaron los bastidores, por lo que tuve que traer las telas a casa y las enrollé como pude acordándome de lo que hacen los chinos, no caí en la cuenta de que ellos pintan sobre papel y con tintas, por los que la última vez que los miré estaban destrozados, necesitan una restauración importante.

El óleo estaba craquelado, una avería tremenda. 

De momento los dejé como estaban y pensé que ya llegaría el momento de ocuparme de ese asunto.

Respecto a buscar restauradores no creo que tenga problema porque estoy relacionada con un comisario que trabaja en el museo de Bellas Artes de Bilbao, en el que hay cuatro restauradores, además mi íntima amiga Isabel Aguirre es restauradora y aunque ahora no está en activo, siempre podría echarme una mano.

La restauración es una rama de la carrera de Bellas Artes, requiere un formación además de la carrera, no es fácil. 

Ya veremos como soluciono ese tema, no es lo que más me preocupa.

Cada cosa a su tiempo.

Conozco un sitio en Bilbao en el que trabajan muy bien, así que por lo menos ya sé por donde empezar.





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