Entré en el bar de Zampa y estaba casi vacío, la camarera y un chico al que no conocía, yo era asidua a ese bareto. Habían colgado una exposición, no recuerdo de quien, no era muy buena.
El chico nuevo la estaba mirando y cuando terminó, hizo un comentario que coincidía con lo que yo pensaba, así que le dije que estaba de acuerdo, por lo que empezamos a conversar.
En un momento dado le pregunté a ver a qué se dedicaba y me dijo:
Estoy leyendo "Crimen y castigo".
Reconozco que su respuesta me sorprendió, la verdad es que me parecía suficientemente importante como para tenerlo en cuenta, es un libro bueno y muy denso, al que hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, lo sé por experiencia.
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