jueves, 3 de agosto de 2023

CUATRO MIL NOVECIENTOS SETENTA






 Lo mejor para mí es no ponerme nerviosa nunca, no puedo controlar mi entorno.

Justo hoy que teníamos todo organizado para llevar a los suecos al aeropuerto, aparece la mañana con la noticia de que durante dos horas no va a haber agua caliente, lo cual es un fastidio para todos porque si se usa el agua caliente en un cuarto de baño, en el otro no sale a buena temperatura.

Yo me dejo llevar, ellos sabrán lo que hacen, son bastante tranquilos, sobre todo mi hijo y están tan acostumbrados a viajar que pueden con todo, lo que para mí sería letal, para ellos es el pan nuestro de cada día.

Mañana vendrá Norma, la boliviana, y toda la casa volverá a sus ser, les echaré de menos pero también disfrutaré del orden habitual.

Hoy vamos a comer en una cafetería de Barrika en la que comieron ayer Mattin y Lisa y les encantó, comida limpia, casera, sin pretensiones, es bastante nueva y está enfrente del frontón.







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