domingo, 12 de marzo de 2023

CUATRO MIL SETECIENTOS NOVENTA Y CUATRO

 






He sentido una necesidad imponderable de escribir lo desagradable que me resulta el sonido del teléfono, sobre todo en mi propia casa.

No me puedo explicar cómo han hecho que los sonidos de los teléfonos resulten tan negativos tanto los fijos como los móviles, tanto los que suenan de verdad como los que suenan en las películas.

También me resulta bastante incómodo ver a gente hablando por teléfono en voz alta cuando pasean al perro por la calle y hablan en voz alta.

Hay cosas de la vida moderna que me gustan mucho como es internet, no obstante reconozco que la vida anterior, cuando había un solo teléfono para una familia, cualquiera podía cogerlo y enterarse quien llamaba y para quien.

Hoy en día, gracias al móvil, se respeta más lo privado,  lo cual es una ventaja.












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