lunes, 14 de noviembre de 2022

CUATRO MIL SETECIENTOS VEINTIUNO

 




He tenido una conferencia por zoom de una chica que hablaba sobre las dificultad de hablar en público.

Era una chica joven y agradable pero me ha sorprendido que tenía lo voz gastada, creo que es imprescindible cuidar la voz, es tan delicada que si se usa demasiado y se fuerza se consigue perderla y resulta difícil recuperarla.

Yo tuve que tener la voz en reposo durante una temporada porque salía tanto y hablaba tanto y me pasaba tanto que me quedé muda, mi madre me decía que le daba miedo cuando hablaba por teléfono.

Obligada por la necesidad, la tuve en reposo una temporada y salí airosa pero se me quitaron las ganas de forzarla, agradezco que esté en su sitio y poder usarla cuando la necesito, la voz es el supremo instrumento del ser humano, más que un piano o que un violín.









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