miércoles, 23 de noviembre de 2022

CUATRO MIL SETECIENTOS VEINTICINCO

 





Otra vez ayer fui a Vitoria, me metieron el tercer pinchazo que se supone será el último del tratamiento.

Pregunté si podían hacerle algo parecido a mi hermano Javier que tiene problemas con la espalda y dijeron que no, que ellos solo se dedican a rodillas pero nos dieron nombres de médicos que lo hacen.

A mí de momento me va muy bien, sobre todo porque me lleva mi hermano Gabriel, si tuviera que ir yo conduciendo no creo que tendría fuerza para hacerlo, no es un gran viaje pero yo estoy floja.

Para el control me llamarán por teléfono dentro de dos meses y en mayo tendré que volver.

Yo me encuentro mucho mejor, no tengo dolor y en casa me olvido de la muleta.

Estoy contenta, ha sido una proeza conseguida gracias a mi hermano, si no fuera por él no sé qué habría hecho, me ha salido todo estupendamente.











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