lunes, 29 de febrero de 2016

Capítulo 58_El nacimiento de Irati












Desde que se enteraron de que Beñat y Marlène estaban esperando un bebé, no habían ido a Arminza, así que cuando Carlota llamó a Mónica para decirle que Irati (1) ya estaba en este mundo, además de la sorpresa, le produjo una nueva inquietud.
Carlota le contó que era una niña preciosa, sus padres estaban entusiasmados y querían celebrarlo con una fiesta en el jardín, a la que estaban todos invitados.
Al tomar la decisión de no ver a Gari, Mónica no pensó en las dificultades que se iba a encontrar para evitarle.
A pesar de que se había despojado de unos cuantos prejuicios sociales, todavía le quedaban resquicios de los compromisos, de quedar bien, de sentirse obligada a acudir a ciertos actos a los que consideraba que “no le quedaba más remedio”.
La fiesta de los Abrisqueta era algo a lo que no podía negarse.
Con más razón, cuando se lo comentó a Alonso y se puso muy contento.
Aunque no les conocía demasiado, le gustaban y se alegró de tener una oportunidad de verles en un acontecimiento tan bonito.
Arminza y la manera de vivir de Beñat y Marlène, proporcionaban paz al visitante, sobre todo al que venía de la ciudad.
Mónica llamó a Beñat para darle la enhorabuena y confirmarle que tanto ella como su marido irían encantados.
En su fuero interno estaba emocionada de tener una disculpa para poder ver una vez más a Gari sin sentirse culpable.
Desde que se prometió a si misma renunciar a lo que consideraba un capricho dañino, le parecía que el deseo había adquirido una proporción desmesurada.
Sin embargo, estaba decidida a recuperar su paz interior.
Sabía que el sentimiento se puede alimentar y viceversa, por lo que lo único que tenía que hacer es tener la suficiente fuerza de voluntad para no regocijarse en sus fantasías.
Se propuso estar siempre ocupada y no permitirse esos momentos de ensimismamiento dando rienda suelta a su imaginación.
Mónica no había tenido necesidad de demostrarlo, pero tenía fuerza.
Tal vez fuera la primera vez que la vida le planteaba un asunto en el que tenía que demostrar que era capaz de vencerse a si misma.
Imposible negar, que la idea de saber que vería a Gari en Arminza le puso de un humor excelente y por un momento olvidó su determinación y dejó que la vida fluyera con alegría.
Andaba dando vueltas a los sucesos que se presentan sin previo aviso, cuando recibió un grande y elegante sobre de Rafaela Zunzunegui, invitándoles a Alonso y a ella a su boda con Jimena Mendía.
Mónica dudaba si debía comentarlo con su marido.
Era la primera vez que alguien de su entorno se casaba con una pareja de su mismo sexo.
Aunque a ella le llamó la atención cuando Rafaela le presentó a Jimena como su pareja, enseguida se familiarizó y le llegó a parecer algo natural.
Rafaela ya le había contado que tanto su familia como la de Jimena les habían aceptado.
Al principio se sorprendieron, mas pronto se dieron cuenta de lo enamoradas que estaban y nada hay más grande para unos padres que ver felices a sus hijos.
Así que Mónica se armó de valor y se lo dijo a Alonso con cierta timidez, como haciéndole ver que si no le apetecía, iría ella sola a la boda, pero no fue necesario porque Alonso reaccionó estupendamente.

No olvidemos que él es de San Sebastián y todo lo relacionado con su ciudad de origen le encanta.
Lo único que le pidió es que por favor se enterase de cómo debía ir vestido.
Nunca había estado en una boda civil y desconocía el protocolo.
Alonso sabía que el chaqué es el traje de máxima etiqueta para el hombre y que el traje regional de cada país tiene el mismo nivel que el chaqué.
Antes de que Mónica tuviera que llamar a Rafaela, ésta le llamó para pedirle que fuera testigo de su boda.
Mónica aceptó encantada diciendo que era un honor para ella.
Respecto a su marido, podía vestirse como quisiera, pero le advirtió que tanto su padre como sus hermanos iban a ir con chaqué.
Después de la ceremonia civil en San Sebastián, se celebrará un banquete en el Chateau de Brindos, en Biarritz.

Pensó en que tenía que hacerles un buen regalo ya que, aparte de ser amigas desde la infancia, se había acordado de ella para encargarle la web y eso es de agradecer.
Ya lo pensaría.
De momento era más importante comprar un regalo para Irati.
Pensó en una lámpara con dibujos de colores que había visto en Ikea y aunque le daba bastante pereza ir a Baracaldo, se armó de valor y cuando se encontró allí, se alegró de haberlo hecho.
Solo había estado una vez, cuando le ayudó a Gari a comprar los muebles para su casa y la verdad es que le pareció todo tan moderno y tan blanco, que se salía completamente de lo que ella estaba acostumbrada.
Esta vez sin embargo, paseando tranquilamente por el departamento de niños, disfrutó tanto que se le olvidó comprar el regalo y volvió a su casa con cierta nostalgia, pensando que quizás había cometido un error al decidir que no quería tener hijos.
Era la primera vez en su vida que semejante idea tomaba cuerpo en su cabeza.




1_Irati es un topónimo de la zona de Navarra y Euskadi recientemente utilizado como nombre de persona. Su significado sería campo de helechos.

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