viernes, 12 de febrero de 2016

Capítulo 51_Camino y Gari












Mientras Mónica hacía sus deberes en Saint Gaudens, Gari, a pesar de que había decidido que su mundo era el surf y la vida sana, se había vuelto a poner en contacto con Camino Biderbost y empezaba a interesarse por el mundo del arte de una manera mucho más profunda, ya que Camino estudiaba un master y asistía a la universidad todos los días, por lo que su conversación se centra en el arte conceptual, sobretodo el arte sonoro que es al que ella se dedica profesionalmente.
Al comentarle que una amiga suya estaba en Saint Gaudens, Camino recordó las veces que ella había estado allí y las ganas que tenía de volver.
Le contó a Gari todo lo que había aprendido sobre la macrobiótica y que actualmente practicaba a diario, aunque no con la misma diligencia.
Gari la escuchaba con interés, pero se veía muy lejos de meterse en una escuela de macrobiótica en pleno campo francés, justo ahora que disfrutaba los placeres de una ciudad pequeña, con muchos encantos por descubrir.
También él creía que no estaba comiendo correctamente.
No solo la comida tradicional de Bilbao resultaba tentadora, sino que en Francia se había acostumbrado al queso con pan y vino y recurría a ello con frecuencia, lo que no es de extrañar en una persona que vive sola y lo que menos le apetece al llegar a casa de ponerse a cocinar.
Reconocía que los lácteos no le sentaban bien del todo, pero nunca había hecho caso a lo que dicen los nutricionistas sobre la necesidad de evitarlos a toda costa.
Camino Biderbost le animó a ir a Saint Gaudens aunque solo sea una semana para aprender la base de la macrobiótica.

Gari, que solo conocía el arte que se exponía en el Guggenheim y Concepto, de la mano de Camino empezó a recorrer diversos locales en los que había obra de artistas reconocidos, que sin que nadie supiese darle explicaciones convincentes del motivo, no se movían en los circuitos comerciales.
Intentaba explicarle que existen camarillas con intereses afines que consiguen acercarse al poder y se instalan allí, formando un cerco que impide la entrada a las nuevas generaciones o a las antiguas, que por diferentes motivos no son del agrado de los políticos.
Nunca se llega a saber bien los motivos que inducen a que unos artistas triunfen y otros se queden en la senda.
Camino estaba comprometida con muchos asuntos que ocupaban todo su tiempo y en cierta manera quizás la estresaran pero era tal su curiosidad, que le resultaba imposible dejar de participar en todo lo que le proponían.
Respecto a sus relaciones con los hombres, le contó que las dos últimas casi le habían quitado las ganas de romances.
Durante muchos años, cuando su hijo era pequeño y se separó, ni se le ocurría pensar en aventuras, se dedicaba en cuerpo y alma a sacar adelante a su hijo, mas ahora que Gabriel era casi un hombrecito, se sentía libre para salir y entrar.
La primera relación de las dos últimas había sido con un hombre casado que vivía en Asturias.
Le conoció por internet.
Solía venir los fines de semana y a pesar de que le esperaba con ganas, al estar con él se desilusionaba porque no solo no era culto ni moderno, sino que se sentía culpable a causa de su mujer y de su hija.
A pesar de todo la relación continuaba hasta el punto de que él pensó en irse de su casa, pero al llegar el momento de hacerlo, dio marcha atrás, se arregló con su mujer y Camino se quedó compuesta y sin novio.
El segundo era un joven poeta romántico, mucho más joven que ella y que vivía con sus padres.
Se dedicaba a escribir poemas que publicaba en periódicos locales y tenía cierto éxito.
Era listo y sensible.
Se enamoró locamente de Camino como solo los poetas saben hacerlo, lo cual llegó un momento en que superó la paciencia de Camino, ya que tenerle a sus pies le llegó a resultar insoportable.
Sintió dejarle porque era buena persona y había llegado a quererle, pero necesitaba aire, independencia y libertad.

Hablando de este tema con una chica que conoció en una inauguración, le animó a que se inscribiera en alguno de esos foros de contactos para encuentros sexuales sin compromiso que hay en internet, y a Camino le apeteció probarlo, con tanta suerte, que en la primera cita tuvo una sensación extraordinaria.
Fue la primera vez que experimentó algo semejante y eso que había sido promiscua y había tenido experiencias sexuales tanto con hombres como con mujeres, sin embargo el placer que sintió con Ramón García fue de tal magnitud ,que al día siguiente le llamó para volver a verle y a él le molestó tanta premura.
Le dijo que tenía que aprender, que este tipo de relaciones son para estar con gente diferente.
El secreto para no apegarse es el cambio.
Camino no sabía que en este tipo de foros hay ciertas reglas que deben cumplirse a rajatabla.
Ramón García no estaba enfadado, simplemente necesitaba esparcir los encuentros con sus eventuales parejas.
De hecho al cabo de unos meses la llamó, Camino accedió y Ramón García apareció con una maleta llena de instrumentos eróticos, entre los que había unas esposas que hicieron las delicias de Camino.

A pesar de que creía estar avezada en los juegos del amor, nunca había probado el sexo duro y cuando lo hizo, le gustó tanto que volvió a quedarse enganchada de un hombre que se había especializado en conocer el cuerpo de la mujer y al proporcionarle placer, encontraba el suyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario