lunes, 23 de noviembre de 2015

Capítulo 6_Carlota Abrisqueta












Mónica es Géminis.
Eso significa que tiene dos personalidades diferentes y que va a la velocidad del rayo.
Cambia de estado de ánimo sin previo aviso, por lo que resulta difícil convivir con ella.
Es encantadora cuando quiere, pero puede pasar a todo lo contrario en cuestión de segundos.
Signo de aire, que se mueve bien en el terreno mental, amante de la conversación, le cuesta expresar sus sentimientos porque los filtra por el cerebro.
Carlota sabe que Mónica está atravesando un periodo difícil y le encantaría ayudarla, pero la conoce bien y prefiere esperar a que ella se acerque.
Carlota es una Piscis amorosa, con una sabiduría innata que se mueve únicamente por las emociones.
Tiene un poder sobrenatural, que le da la capacidad de entender a la gente, de sentir lo que está oculto a los demás.
Ha vivido cerca de Mónica toda la vida y ha sabido apartarse cuando notaba que Mónica necesitaba estar sola.
Eso es lo que ha decidido hacer desde que ha visto que algo estaba pasando entre su ella y su primo Gari.
Lo vio venir antes de que ellos mismos lo supieran.
No quería intervenir ni ser testigo, así que se volcó en su trabajo.
Tenía organizadas todas las exposiciones del año en curso, por lo que le contrarió bastante que le fallara una pintora italiana, a la que conoció en Sicilia cuando estuvo de vacaciones en verano, sola por primera vez en su vida, disfrutando de su recién estrenada soltería.
Prefería exponer a mujeres, sabía que lo tienen más difícil, pero hacía tiempo que andaba detrás de un artista vasco:
Jose Ramón Sainz Morquillas.
Le representaba la galería Vanguardia, por lo que nunca se atrevió a proponerle nada, no obstante se enteró de que había participado en una colectiva en un espacio de Bilbao y decidió intentarlo.
Jose Ramón Sainz Morquillas tenía mucho talento y se comentaba que no comulgaba con ruedas de molino.
Carlota no le conocía personalmente.
Había seguido su trayectoria desde que ganó el Gure Artea de Escultura en 1988.
Hacía tiempo que no había visto nada de él.
Sabía que andaba enredado en desavenencias con el museo de BBAA de Bilbao, y tenía problemas con una exposición pendiente, pero pensó que eso no le impediría exhibir, tal vez obra de pequeño formato
Si aceptaba su propuesta, estaba segura de que la exposición tendría un éxito rotundo y vendería todo, incluso antes de la inauguración.
El talento es quizás lo único que puede suscitar más envidia que la belleza (1).

Los coleccionistas que acudían a Concepto, estaban deseando hacerse con obra de ese artista polémico y controvertido y sin embargo, muy respetado en los circuitos de los entendidos.
Los connoisseurs (2) estaban al acecho sin querer demostrarlo.
Carlota le localizó en internet y le invitó a que pasara por la galería al día siguiente para mantener una pequeña charla.
No le adelantó el motivo. 
Prefería preguntarle antes de seguir con el asunto, hasta qué punto estaba comprometido con Vanguardia.
Quería hacer bien las cosas.

Estaba contenta.
La idea de llevar a cabo el deseado proyecto desde que inauguró la galería, no solo le ayudó a olvidar a la italiana, sino incluso a Mónica y los problemas que se le avecinaban.
La trayectoria de Carlota había seguido un camino muy diferente al de su amiga.
Al dejar a su marido, supo que empezaba una fase, en la que iba a necesitar utilizar toda su fuerza y coraje para vivir de acuerdo a su experiencia, de la que quería ser discípula.
Se prometió a sí misma que jamás en la vida, por mucho que el deseo o la tentación se interpusieran,  volvería a dejarse engañar.
Lo que más le molestó de su marido fue que le hiciera creer que era un hombre respetuoso, hasta que al casarse pretendió dominarla.
No fue perder un compañero en el que había confiado hasta el punto compartir la vida con él, sino la extraña sensación de haberse dejado tomar el pelo.
Fue lo suficientemente lista, como para saber que en esos momentos en que aparentemente todo se tambalea, necesitaba ayuda.
Había leído varios libros sobre las terapias de la Nueva Era.
Siempre hay alguna que destaca y pronto descubrió que la más eficaz era la biodescodificación.
Tuvo la suerte de que Mercé Freixas que vivía en Barcelona, pasaba consulta en Bilbao todos los meses, donde ya tenía varios clientes que estaban encantados trabajando con ella.
Se puso manos a la obra con su árbol genealógico y entre las idas al cementerio de Derio, donde estaba enterrada casi toda la familia Abrisqueta en un panteón familiar y el cementerio de Santurce del que era oriunda la familia de su madre, los Saralegui, pronto completó las fechas más importantes, a través de las cuales, Mercé descubrió que el que fuera su marido había sido su doble, lo cual representó un inconveniente para la buena avenencia del matrimonio.
Disuelta la emoción principal desde el inconsciente, Carlota se relajó y siguió desprogramando creencias, herencias, dobles, espejos y toda la retahíla de obstáculos que le habían impedido vivir su propio programa vital.
Pronto se sintió ligera y empoderada.






(1) Sugiero revisionar la película Amadeus, impresionante adaptación de la obra de Shaffer sobre la vida de W.A. Mozart, narrada a través de un Salieri consumido por los celos ante tanto talento.
El cine tiene aquí el mejor retrato de uno de los más comunes de los sentimientos humanos: la admiración con espuma de envidia.
(2) Un connoisseur (del Fr. connaisseur, de conoistre, connaître que significa “saber de algo”) es una persona con un gran conocimineto sobre las Bellas Artes o un experto en temas de gusto.

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