viernes, 30 de diciembre de 2022

CUATRO MIL SETECIENTOS CINCUENTA Y TRES

 






Vivo como si todo en mi vida fuera un milagro.

De repente me pasa algo que me resulta difícil de solucionar y rezo, lo pongo en manos del Creador, de Dios, y para cuando me doy cuenta, a pesar de que me he encontrado con personas que me dificultaban el arreglo, ya está todo en marcha y bastante mejor de lo que hubiera podido imaginar.

Visualizo mi vida que ha sido movida y con dificultades y no me queda más remedio que reconocer que siempre ha sido así, todo se me soluciona, si fuera más consciente de mi experiencia podría vivir como los lirios del campo, esa parábola tan bonita que siempre me ha relajado y es la verdad.




Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?









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