martes, 8 de marzo de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS TREINTA Y CUATRO

 





Hoy ha sido un día importante, buenas noticias.

He ido a Cruces para que me dieran el resultado de los últimos análisis de sangre y de médula.

Las dos cosas estaban muy bien, hasta tal punto que me han dado el alta de médula.

La médula es la que manda en la sangre, lo que significa que si está perfecta, la sangre también, así que ya no tengo que hacerme más extractos de médula. 

De ahora en adelante solo iré para controlar la sangre y cada cuatro meses, dejo el hospital de día y voy a una consulta del tercer piso.

Estoy contenta, la macrobiótica es una maravilla, no es que cure todo pero resulta muy saludable. 

Tengo la sensación de que mi comida es limpia y sana, mi trabajo me cuesta.

Por lo demás todo sigue en orden.

He querido comprar el libro de la tesis doctoral de mi hijo pequeño pero no he sido capaz, mañana volveré a intentarlo, él se ha ofrecido a regalármelo pero no he aceptado, creo que la gracia está en que se lo compre yo, por algo soy su madre. 

Respecto a mi libro parece que el que hace la maquetación está tardando más de la cuenta, menos mal que no tengo prisa pero sí tengo ganas de terminar con ese asunto.






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