domingo, 20 de marzo de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS CUARENTA Y SEIS

 





De casi todo lo que me han dicho los hematólogos sobre las secuelas de la leucemia, lo que más me ha tranquilizado, aparte de que me hayan dado el acta de médula, es que puedo estar contenta de que lo único importante que me ha quedado ha sido el problema de la rodilla.

Por lo que me voy enterando poco a poco y sin que la medicina sea una de las materias que me interese excepto lo que me corresponde, tengo la sensación de que lo realmente importante son los órganos vitales.

Lo malo del problema con la rodilla es que me falla la movilidad y que los movimientos de recuperación que hacía antes de que me diagnosticaran leucemia, Pilates, que tan bien me sentaba, cuando intenté hacerlo al terminar la quimioterapia, me producía tanto dolor que tiré la toalla y lo siento pero no me quedó más remedio, solo iba una vez por semana y el malestar me duraba todos los días, tenía que quedarme en la cama los miércoles por la tarde y los ejercicios que me mandaba hacer la profesora, Berta Cabañas que es osteópata y sabe mucho y conoce bien mi cuerpo eran muy suaves, a pesar de lo cual tuve que desistir.

Todos los cirujanos privados a los que he acudido, tanto en Barcelona como Pamplona y Bilbao, me han recomendado que no me opere porque puede resultar una carnicería.

Solamente en Cruces me dicen que me opere cortándome media pierna, desde la mitad del fémur hasta debajo de la rodilla, y me pondrían una prótesis lo cual me parece brutal teniendo en cuenta que tengo una osteoporosis severa y que todas las veces que me han operado en Cruces no he sido capaz de soldar los huesos por lo que ya no me fío del resultado.

Una doctora de Barcelona que conocí en Saint Gaudens me dijo que me podía quedar con la pierna tiesa, sin doblar la rodilla, que era mejor que siguiera con la medicación actual.

Cuando leo los milagros que hace el doctor Cavadas pienso que si tuviera ocasión me gustaría comentarle mi problema, me encantaría recuperar mi rodilla y poder andar sin dolor pero creo que está demasiado ocupado haciendo auténticos milagros a personas que lo necesitan más que yo, de momento es mi única esperanza porque tal y como me encuentro no me atrevo ni a viajar ni a moverme, lo cual supone que mi vida exterior está terminada porque no voy a mejor, simplemente voy de la cama a la silla y del asiento del coche a la tienda más cercana, me he hecho a la idea de que mi vida está limitada y así evito el dolor.

He aceptado mi actual condición.










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