miércoles, 29 de enero de 2020

TRES MIL CATORCE








Parece mentira que en una casa pequeña en la que de momento solo vivimos dos personas, una madre y una hija y en la que cada una suele tener su rutina, de repente, cuando todo parecía que seguía un orden establecido por las circunstancias, las cosas han cambiado.
Beatriz y yo no compartimos ningún espacio al mismo tiempo.
Desde el principio fueron muy firmes en Cruces al decir que yo estaba baja de defensas y no me convenía recibir visitas ni asistir a lugares donde hubiera mucha gente.
Hasta ahora he sido más que cuidadosa en ese sentido.
También me vacuné contra la gripe.
A veces mis hijos me daban un beso pero tratábamos de evitarlo.
Justo antes de ponerme a escribir este texto, Beatriz y yo hemos mantenido la siguiente conversación por Wasap:

[16:43, 29/1/2020] Beatriz: Si te acuerdas, mañana pide una mascarilla en cruces
[16:44, 29/1/2020] Beatriz: Te lo intentaré volver a recordar
[17:26, 29/1/2020] Blanca Oraa Moyua: Bien. ¿puedo preguntarte para qué la quieres?
[17:36, 29/1/2020] Beatriz: Para poder estar más cerca de ti en un momento dado

Se ha creado una situación un tanto anómala pero preventiva.
Yo sigo obedeciendo.
Me hace gracia.







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