domingo, 16 de octubre de 2022

CUATRO MIL SETECIENTOS UNO

 




He puesto la televisión para ver qué pasaba en el mundo y me ha llamado la atención que Tamara Falcó estuviera en Lourdes, vestida de enfermera para ayudar, me ha impresionado bastante porque yo también estuve antes de casarme, me dejé embaucar y lo pasé fatal, no tenía nada que ver conmigo, me pareció un parque temático, estuve deseando volver a mi casa desde que llegué.

Me pregunto por qué habré pasado por tantos sucesos y lugares que no tienen nada que ver con mis gustos ni con mis tendencias.

Recuerdo que lo que me habían explicado era que necesitaban personas para ayudar a los enfermos a entrar en el agua o algo parecido y me hice los uniformes azules con delantales blancos y después de ir con toda mi ilusión me pasé los dos días, creo, que pasamos en Lourdes, me tuvieron pelando patatas.

También recuerdo que las organizadoras me dijeron que había llegado el momento de saludar a la madre de Juan Carlos, a quien llamaban Don Juanito y allí fui como un manso cordero.

Mis padres eran monárquicos y yo ya había saludado otras veces a los padres del emérito, siempre que había una oportunidad allí estaba yo sin saber por qué.








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