domingo, 21 de mayo de 2023

CUATRO MIL NOVECIENTOS OCHO

 






Cada vez que sin querer veo en la televisión la cantidad de inundaciones que ha habido en España y en Italia, recuerdo lo mal que lo pasé cuando se inundó la planta baja de Las Arenas en la que yo vivía antes de venir a donde vivo ahora.

Recién nacido mi hijo pequeño, me encontré con mi hermano Gabriel que vivía en el segundo piso y venía a buscarnos a mi hijo y a mí para que nos refugiéramos en su casa.

Nos trataron muy bien, pero la situación me afectó bastante, mi casa quedó destrozada y doy gracias al cielo de haber encontrado el piso en el que vivo ahora que está alto con relación al mar y al rio Gobelas, me siento protegida, podríamos tener problemas pero no estarían relacionados con el agua, presumo.












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