CUATRO MIL NOVECIENTOS CUATRO

 

Boda celebrada en la iglesia salón, San Vicente mártir de Abando, en Bilbao

Lo que le pasa a Tamara Falcó me recuerda a mi vestido de novia para el cual me inspiré en Balenciaga, era una robe manteau con cuellito y doble botonadura, una gran cola sobre la que se apoyaba el velo de encaje de Bruselas.

Debido a que el padre del que iba a convertirse en mi marido murió algunas semanas antes de la boda, se celebró una boda sencilla, con la familia.

Mis amigas vinieron a la iglesia.