jueves, 10 de noviembre de 2022

CUATRO MIL SETECIENTOS DIEZINUEVE

 




Pasan los días disimuladamente, sin ruido y sin molestar pero mañana tengo que volver a Vitoria.

Estoy contenta, creo que ha sido un acierto haberme lanzado a algo que en principio parecía complicado, más que nada porque estoy acostumbrada a hacer esas cosas en Cruces que está cerca de casa, que no me cobran nada, que conocen mi historial y donde siempre me han tratado bien pero a veces hay que arriesgarse como dicen y salir de la zona de confort y puedo estar contenta de que mi hermano Gabriel haya accedido a llevarme siempre, además lo hace con toda naturalidad como si no le costase nada.

Yo creo que me encuentro mejor, estoy segura de que estoy mejor que antes, además tengo esperanza.

No sé si seré capaz de ir a Barcelona para el evento con PREM RAWAT, no quiero precipitarme porque los viajes que he hecho con muletas y con dolores han sido muy difíciles, en cambio en casa siempre estoy a gusto, ya veremos, lo decidiré sobre la marcha.




No hay comentarios:

Publicar un comentario