sábado, 30 de noviembre de 2024

SEIS MIL CIENTO VEINTISIETE

 




Prefiero empezar por el momento presente y a partir de ahí, ir retrocediendo mientras hago historia al revés.

Mi obra más reciente trata de la serie: Akelarre, que nunca ha estado expuesta. Tuve la oportunidad de exponerla en Flecha, Artea, Getxo, el año pasado pero por un motivo que no recuerdo no lo hice, así que tengo casi todos los cuadros en mi estudio, uno detrás de otro y ni siquiera están enmarcados.

Consta de diez piezas redondas, son retratos de diez brujas a las que he conocido y reconocido como tales a lo largo de mi vida, por eso la serie se llama Akelarre,

Debido a que pensé en exponer Akelarre fuera de España, enseñé la palabra a una amiga americana y ella leyó ACALARE, nunca llegó el momento de necesitarlo, el cáncer me impidió seguir con mis proyectos.

Manifiesto de artista:

Desde la perspectiva en la que hoy en día contemplo mi vida, observo que desde mi más tierna infancia, ha sido la intuición la que ha guiado mis pasos. 
Unido a este descubrimiento, constato que he tenido cierta tendencia a rodearme de personas que se mueven en parecidas coordenadas. 
Cuando la intuición se hace acción concreta y conlleva premonición, adivinanza, acecho, deseo y una especie de carga esotérica que adquiere diferentes tonalidades según la cultura en que se manifiesta, se le llama brujería. 
En el país vasco existe una creencia generalizada de que hacer brujería es un privilegio que corresponde a la mística femenina. 
Cuenta la leyenda que las brujas se reunían para llevar a cabo sus rituales en lugares de poder. 
Sus reuniones se llamaban akelarres. 
Quizás todas las mujeres tengan la capacidad de dejarse llevar por su intuición, pero para ser una bruja es determinante tomar la decisión consciente de hacerlo, es entonces cuando se manifiestan ciertos poderes sobrenaturales. 
He querido hacer un homenaje a algunas brujas con las que me he tropezado a lo largo de mi vida. 
Para esta serie llamada "Akelarre" he utilizado el formato redondo porque en él se encuentra la totalidad, es completo en si mismo, simboliza la perfección. 
Mis cuadros redondos se comunican entre sí.  
Cada cuadro redondo representa una bruja entera y siempre abierta a la comunicación a través de conexiones interiores. 
Mi "Akelarre" se compone de once cuadros de 60 cms. de diámetro; ahora solo puedo mostrar diez, puesto que el que corresponde a la artista Emilia Martínez ya forma parte de su pinacoteca.




jueves, 28 de noviembre de 2024

SEIS MIL CIENTO VEINTISÉIS

 




He empezado a hacer yo sola el estudio sobre mi propia obra; estaba supuesto que me ayudara Paco Juan, lo cual resultó imposible porque murió hace unos años y me quedé paralizada. 

Lo que cuenta sobre él Xabier Sáenz de Gorbea, corresponde totalmente a lo que yo pienso de su trabajo, ya que estudié con él todos los años que estuve asistiendo a clase en el Museo Vasco situado en la plaza Unamuno de Bilbao, donde empezó la primera promoción y los demás años que se impartieron en un edificio nuevo, construido en la parte posterior de la facultad de Económicas, en Deusto*.

Allí estudié con Paco Juan y otros profesores, la mayoría de ellos provenientes de otras facultades ya que en Bilbao todo estaba por hacer.

Cuando terminé la carrera, así se llamaba en aquella época, ahora creo que se llama Grado, no pude licenciarme debido a problemas personales, por lo que era algo que quedaba pendiente y me dieron el título de Profesora de Dibujo.

Pasados los años seguí tratando con Paco que vivía cerca de mi casa hasta que me decidí a pedirle que fuera mi tutor en la tesis, él mismo fue quien me dijo que lo mejor era que la hiciera sobre mi propio trabajo.

Debido a que todos estos años no he tenido con quien hablar en profundidad de mi trabajo, he estado parada pero un artista joven, culto y cuya opinión respeto, ha insistido en que lo haga ya que es mi legado y debe permanecer cuando yo ya no esté.


*No encuentro en internet nada que acredite le existencia de aquella escuela.




martes, 26 de noviembre de 2024

SEIS MIL CIENTO VEINTICINCO

 




Cuando hablé de Tapies, olvidé contar lo que dijo Antonio López al despedirse después de haber pasado un día con él en su estudio, algo que me deslumbró además de entusiasmarme:

Antes de marcharme, me arrodillé y le besé la mano (sic)

Admiro y respeto muchísimo a Antonio López, aunque su trabajo no provoca en mí lo mismo que el de Tapies, me parece un gran pintor además de humilde, difícil de encontrar en un artista de tanto éxito, ya que un gran arquitecto, el padre de Ágata Ruiz de la Prada me dijo que le consideraba en mejor pintor del mundo en figurativo.





lunes, 25 de noviembre de 2024

SEIS MIL CIENTO VEINTICUATRO

 




Ayer vi un documental en TVE2 extraordinario.

Se trataba de Tapies y su obra.

Tapies es el gran pintor del siglo veinte, insuperable.

Cada vez que yo iba a Barcelona pasaba por el MACBA y me extasiaba ante su trabajo, me fascinaba, ayer casi lloro cuando veía a Tapies trabajando, nunca me había imaginada cómo trabajaba cada cuadro y cada instalación, aunque ya sabía que era muy Zen.

Recuerdo vagamente haber estado en el museo Tapies,  no obstante no lo visualizo con claridad, es sobre todo en el MACBA donde recuerdo cada una de sus obras en toda su magnitud.

Tanto me impresionó la biografía de Tapies, que despertó en mi algo que ya tenía dentro desde hace tiempo, algo muy importante porque se trata de mí misma y de mi trayectoria.

Pues bien, estaba sentada en el espacio de mi casa, que cuando pintaba era mi estudio y que ahora no sabría cómo definirlo, es donde estoy siempre que no estoy en mi cuarto de dormir y comprendí, me vino una especie de luz que alumbró mi propia trayectoria artística.

En vez de tener una línea de trabajo definida en la que hubiera actuado cronológicamente, mi trabajo está centrado en series muy determinadas en las que cada una ha requerido más o menos una técnica específica. 

Poco a poco iré describiendo cada una de esas series para completar así una antológica de mi propia obra, sin saber si tendrá un propósito establecido, de momento solo el de conocerme un poco más y mejor, no olvidemos que cuando empecé a estudiarme con la ayuda de Paco Juan, mi tutor de licenciatura, éste falleció y me quedé compuesta y sin novio, muy despistada, había contado con su ayuda ya que fue él quien se empeñó en que hiciera la tesis sobre mi propia obra.

Así, a través de Tapies comprendí que el propósito actual de mi estudio, sigue siendo el de ser mi estudio en el cual estoy rodeada de mis cuadros, mis libros, mis papeles, mis herramientas de trabajo y por encima de todo, de mi propia vibración.