domingo, 14 de agosto de 2022

CUATRO MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y DOS

 





Han cambiado tanto las cosas en mi vida que me está costando acostumbrarme a lo nuevo.

Me refiero sobre todo a que antes tenía plena confianza en que desde el momento en que me sentaba delante del ordenador, la inspiración iba a fluir como agua de manantial, no obstante todo ha cambiado tanto que he perdido esa conexión y por lo menos, no quiero dejar de escribir todos los días porque considero que solo con la práctica puedo recuperar los talentos que tenía antes de la leucemia.

La leucemia ha dejado unas secuelas graves en mi cuerpo y en mi cabeza y puedo estar contenta porque no voy a peor sino lo contrario pero tengo que hacer un poco de esfuerzo, es así como funciona.







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