Estoy muy entretenida con la serie Made in Mexico, recuerdo la fascinación que sentí, fue algo grande, sorpresivo, hice todas las excursiones que ofrecían, Teotihuacan piramide del sol, Hochimilco, Museo Nacional de Antropología y más lugares que ya no recuerdo, luego fuimos al Yucatán y allí sí que aluciné, en Mérida, eso ya era el surrealismo elevado al cuadrado y recuerdo detalles de los escaparates que se me quedaron grabados, unas cucarachas vestiditas de ballet, un mexicano se enfadó porque hablaba tan despacio que le dije que se diera prisa y le sentó muy mal.
Luego fuimos a Acapulco, un hotel estupendo con piscina para cada habitación y un coche de golf, es muy turístico, demasiado para mi gusto.
Más tarde, ya cuando vivía en Loa Ángeles, fui a Tijuana desde San Diego, me encanta la comida mexicana y el buen humor de los latinos, siempre con ganas de hacer bromas, calientan el corazón.
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